Una vez que el agua ha cumplido sus múltiples usos, debe ser recolectada y transportada a la planta de tratamiento de aguas residuales para ser tratada y devuelta al medio ambiente. Las aguas residuales pueden ser difíciles de transportar y manejar con grandes cantidades de sólidos orgánicos, trapos y otros desechos que desafían las bombas de aguas residuales. Se requieren altas demandas de bombeo confiable, ya que los derrames y desbordamientos causarán daños al medio ambiente, pérdida de malos olores y resultarán en multas.